Cuando era pequeña, mi abuela se dedicaba a vender lazos y moños hechos a mano. Viajábamos juntas en esos típicos buses desvencijados de nuestra ciudad rumbo a los pueblos de San Cristóbal para venderlos. Era nuestro ritual cada fin de semana: mientras el paisaje pasaba por la ventanilla, ella me contaba historias que parecían inventadas, aunque siempre las juraba reales y yo atenta la escuchaba, mientras desayunaba mi empanadita. Al llegar a cada pueblo adornaba mi cabello con los lazos más bonitos para así ofrecer su trabajo en las tienditas. Yo me quedaba curioseando la mercancía mientras ella recibia regateos. Hoy, cuando mi abuela me dice, con ese tono lleno de nostalgia: “Mi Marielenita, el otro día me acordé de cuando íbamos a Palmira a vender lazos”, siento una punzada en el corazón. Es un recuerdo precioso que siempre llevo conmigo, pero también un recordatorio de lo lejos que estoy y de cómo nuestras memorias han empezado a llenar los vacíos de nuestra distancia. Un recordatorio doloroso de cuánto tiempo llevamos lejos y de como ahora dependemos de estas memorias tan antiguas para sentirnos cerca.
"Those who left" es una serie de retratos donde pintaré a venezolanos en diáspora. Mi idea es contar historias sobre su juventud en el país y, a través de esta serie, honrar el lugar de donde vengo, mi comunidad, sus historias y, finalmente, otorgar un rostro a los millones de personas que viven en diáspora, redefiniendo su lugar en nuestro mundo interior desde la vulnerabilidad de contar y compartir nuestra historia. Esta es la mía.
Si se animan a participar, solo deben enviarme su historia a hello.mariasolias@gmail.com junto con algunas fotografías. Las piezas serán regaladas en mi Patreon a través de concursos. El concurso para esta pieza será publicado la próxima semana.
Espero que les guste la idea y se animen a participar. ¡Nos vemos prontito!
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When I was little, my grandmother made a living selling handmade ribbons. We would travel together on those old buses typical of our city, heading to the small towns of San Cristóbal to sell them. It was our weekend ritual: as the scenery passed by the window, she would tell me stories that sounded made-up, though she always swore they were true and I would listen attentively while eating my empanada for breakfast. When we arrived at each town, she would use me as her model, decorating my hair with the prettiest bows while she offered her goods in the small shops, haggling with the customers. Today, when my grandmother says to me in that nostalgic tone, “My Marielenita, the other day I was thinking about when we used to go to Palmira to sell ribbons,” I feel a pang in my heart. It’s a beautiful memory but also a painful reminder of how far apart we are, of how our old memories have started to fill the gaps of our distance. A bittersweet reminder of how long we’ve been apart and how we now rely on these distant recollections to feel close.
"Those Who Left" is a series of portraits where I will paint Venezuelans in diaspora. My idea is to share stories about their youth in the country and, through this series, honor the place I come from, my community, their stories and, ultimately, give a face to the millions of people living in diaspora, redefining their place in our inner world through the vulnerability of telling and sharing our stories. This is mine.
If you’d like to participate, you just need to send me your story at hello.mariasolias@gmail.com along with a few photos. The pieces will be gifted on my Patreon through contests. The contest for this piece will be announced next week!
I hope you like the idea and feel inspired to participate. See you soon!