¿Saben esos sueños típicos donde estás volando y de repente caes? Bueno, yo tengo uno recurrente que es muy parecido. En el sueño, voy volando por los cielos, cruzando portales, cada uno con un escenario diferente, como si fuesen mundos distintos. No voy sola. Me lleva un cochecito de juguete que tenía de niña, con forma de zapato.
Dentro de mi mundo onírico, ese juguete se convierte en una máquina voladora. Lo curioso es que, en pleno vuelo, siempre se me caen los zapatos. Siempre. Como si dejar algo atrás fuese una condición inevitable de ese paseo. Y aunque puede que sea una de esas cosas arbitrarias que pasan en los sueños e intentamos buscarle algún significado para entenderlas siento que ese "artefacto-zapato" es mucho más que un objeto; siento que es una especie de navío emocional que transporta ese deseo de regresar pero también la necesidad de soltar.
Es raro, porque desatarse de los vestigios, de lo que alguna vez te sostuvo —lo que fue hogar— duele, pero también libera. Siento que ese sueño me habla de eso: de lo que dejamos atrás cuando uno se va, aunque sea volando.
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You know those dreams where you're flying and suddenly fall? Well, I have a recurring one that's very similar. In the dream, I'm flying through the skies, crossing portals, each one with a different setting, like different worlds. I'm not alone. I'm being carried by a little toy car I had as a child shaped like a shoe.
In my dream world, that toy becomes a flying machine. The curious thing is that, mid-flight, my shoes always fall off. Always. As if leaving something behind were an inevitable condition of that journey. And while it might just be one of those arbitrary things that happen in dreams, the kind we try to make sense of. I feel that this "shoe-artifact" is more than just an object; I feel like it's kind of an emotional vessel that carries both the longing to return and the need to let go.
It's strange, because breaking free from remnants, from what once held you, what was once home, hurts but it also liberates. I feel like that dream speaks to exactly that: what we leave behind when we go, even if we're flying.